Oh dulce noche que con tu manto negro nos cubres al ocaso de cada funesto día, intercede a mi favor con tu eterna y plateada compañera para que ilumine siempre a este siervo tuyo en sus fugaces salidas bajo tu dominio. Vela por este atolondrado ser que no cesa de aullar con infinito dolor toda esa pena que le fulmina por aquel amor que no puede ser. Lava mis múltiples heridas con el rocío que heredas a cada amanecer, dále la ansiada paz a mi alma atormentada con las caricias de las aves nocturnas. Por favor bella dama oscura, da fin a este sufrimiento, ya que si no pudiera su amor conseguir, no le veo caso a solo provocar lástimas, ya que no tendría motivo alguno para seguir existiendo... 23/04/2005
1 comentario:
Hola, te invito a reccorer la poesía de mi blog en el que mensualmente publico a 11 diferentes autores, como podrás verlo en los archivos. Ojalá lo disfrutes y desde ya te doy la bienvenida.
Saludos,
Angel
Publicar un comentario