¡Rían insolentes criaturas! Que el juguete de poeta que yace en los escombros de su corazón por fin ha admitido que fue vencido en un remedo de juicio en el que jamás tuvo la menor de las oportunidades de defensa, ya que desde que conoció a aquel ser angelical, su destino fue sellado por el cocodrilo de las 10 cabezas que masticó la infedelidad de éste con sus afiladas fauces.
Ahora púdranse todas esas criaturas que intentaron vanamente de socorrer al impávido poeta, que de entre las cenizas de su cuerpo milagrosamente aún corre alguna fugaz lágrima llena de un odio eterno al ser que lo arrojó sin saber que con esta acción, ella solo pudo conseguir consolidar la leyenda del poeta enfermo de desamor que jamás podrá ser siquiera igualado en la eximia vida de la criatura con cuerpo amorfo que él tanto amó... 04/06/2008
Ahora púdranse todas esas criaturas que intentaron vanamente de socorrer al impávido poeta, que de entre las cenizas de su cuerpo milagrosamente aún corre alguna fugaz lágrima llena de un odio eterno al ser que lo arrojó sin saber que con esta acción, ella solo pudo conseguir consolidar la leyenda del poeta enfermo de desamor que jamás podrá ser siquiera igualado en la eximia vida de la criatura con cuerpo amorfo que él tanto amó... 04/06/2008
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