Una bombilla a punto de fundirse ilumina la calle semivacía de mi mente, un cúmulo de proyectos que nunca vieron la luz pasean por mi mente que curiosa, inventa frases vacías llenas de un ingenio perdido; y mi corazón es un insolente que se deshidrata al sentir la caricia húmeda de una lágrima mal contenida en un rostro ajeno...
Y sin embargo fui impasible ante lo obvio, comiendo un chocolate fui testigo en primera fila de la caída del alma de un ser con ingenuidad de ángel y cubierta de piel de demonio que menciona las 4 letras al tiempo que un escalofrío recorre mi espina dorsal y mi corazón se detiene un instante en el que mi torrente sanguíneo casi es congelado por la sorpresiva confesión.
4 letras retumban en mi cabeza en un eco desquiciante y una imagen de hielo cede y se quiebra ante tal efecto... He quedado sin palabra alguna ante este evento; pero ella inmisericorde, menciona mi nombre y esas letras -que detesto al menos recordar-, con tanta entonación, con tanta ilusión, con un brillo especial en su mirada.
Y mi primer pensamiento al respecto es seco -con una frialdad que habría agradecido mucho tiempo atrás-, y cada frase que pienso se vuelve una acción que en el fondo me recrimino, y doy la vuelta mientras ella, sorprendida y casi sollozando intenta abrazarme, y yo, gran tonto, bajo sus brazos con delicadeza mientras trato de aparentar una calma que está a años luz de mí, sonrío torpemente y mientras me alejo le menciono: "Aquel ser al que tú mencionas hace años dejó de existir, su alma se secó en aquel adiós que nunca deseó. Ése ente al que intentas sin éxito dirigirte no desea experimentar de nueva cuenta ese sentimiento que le traicionó, no quiere ni desea que alguien intente al menos entrar en las ruinas de lo que antes fue un corazón lleno de esa emoción, por favor, aléjate que soy una simiente en estado de descomposición, un ácido que destruye cuanto corazón toca... Por favor disculpa que provoque en este momento tu dulce llanto, pero en el futuro me lo agradecerás, ahora da la vuelta, disfruta el placer del dolor tan solo por unos momentos y sonríe de nuevo, que pronto hallarás quien merezca esas letras que algún día juré no pronunciar nuevamente"
Cierro los ojos ante su llanto, realmente me duele en el alma ver a una dulce criatura llorar, pero dejo escapar un suspiro de resignación mientras doy cuenta del último trozo de mi chocolate... 12/05/2007

Y sin embargo fui impasible ante lo obvio, comiendo un chocolate fui testigo en primera fila de la caída del alma de un ser con ingenuidad de ángel y cubierta de piel de demonio que menciona las 4 letras al tiempo que un escalofrío recorre mi espina dorsal y mi corazón se detiene un instante en el que mi torrente sanguíneo casi es congelado por la sorpresiva confesión.
4 letras retumban en mi cabeza en un eco desquiciante y una imagen de hielo cede y se quiebra ante tal efecto... He quedado sin palabra alguna ante este evento; pero ella inmisericorde, menciona mi nombre y esas letras -que detesto al menos recordar-, con tanta entonación, con tanta ilusión, con un brillo especial en su mirada.
Y mi primer pensamiento al respecto es seco -con una frialdad que habría agradecido mucho tiempo atrás-, y cada frase que pienso se vuelve una acción que en el fondo me recrimino, y doy la vuelta mientras ella, sorprendida y casi sollozando intenta abrazarme, y yo, gran tonto, bajo sus brazos con delicadeza mientras trato de aparentar una calma que está a años luz de mí, sonrío torpemente y mientras me alejo le menciono: "Aquel ser al que tú mencionas hace años dejó de existir, su alma se secó en aquel adiós que nunca deseó. Ése ente al que intentas sin éxito dirigirte no desea experimentar de nueva cuenta ese sentimiento que le traicionó, no quiere ni desea que alguien intente al menos entrar en las ruinas de lo que antes fue un corazón lleno de esa emoción, por favor, aléjate que soy una simiente en estado de descomposición, un ácido que destruye cuanto corazón toca... Por favor disculpa que provoque en este momento tu dulce llanto, pero en el futuro me lo agradecerás, ahora da la vuelta, disfruta el placer del dolor tan solo por unos momentos y sonríe de nuevo, que pronto hallarás quien merezca esas letras que algún día juré no pronunciar nuevamente"
Cierro los ojos ante su llanto, realmente me duele en el alma ver a una dulce criatura llorar, pero dejo escapar un suspiro de resignación mientras doy cuenta del último trozo de mi chocolate... 12/05/2007

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