23 julio 2004

Día 6...

En el lago del olvido, llevan andando la balsa de la desesperanza desvanecida, y los labios se deleitan con los cadáveres de una mujer con sus hijos. Y yo habito en la cuarta hilera de la corriente alterna esquina con la sexta corriente continua, justo en el centro del lago. En el cielo no hay estrellas, sólo la luna asoma tímida y fugazmente su rostro entre los nubarrones. Allí, los valores inmaculados son nada, allí, los amores son asesinos mortales y compulsivos. Con las manos llenas de sangre veo a Caronte conducir su barca, y veo con sorpresa que pisa el acelerador y arrolla 14 cisnes, y el efecto Doppler hace de las suyas en las huellas que sobre el agua había dejado aquel Mesías. Me gritan las almas de los cisnes que la materia no existe, pero yo existo, por lo tanto soy materia, materia gris y amorfa que se desangra, llora, ríe, vive y sueña con un amor de ensueño… 01/09/2003

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