08 julio 2007

Día 149...

Estoy confundido, no sé si sea mi caso, pero ¿acaso realmente existe gente que teniendo un buen razonamiento prefiera el sufrimiento ante todo? De verdad que me sorprende de sobremanera como pasan por alto que yo también he tenido experiencias bastante desagradables...
¿Qué le pasa a este mundo? ¿Realmente estaremos en una decadencia doliente en la que el bienestar ya no es una premisa sino que es ahora el malestar el "bien" que estamos buscando?
En efecto, no sé de muchas historias y en este momento exacto no me interesa saberlo, estoy cabreado y quizás algo decepcionado, en este preciso momento quisiera no tener razonamiento alguno, ser torpe o idiota mentalmente como mucha gente, ya que es doloroso notar como en mis breves lapsos de lucidez mental (aquella en la que no interviene algún sentimiento que nubla de forma asquerosa mi razón), me siento totalmente incomprendido, como si estuviera de más, como si hablara un idioma distinto o como si fuese de otro planeta.
En fin, he tomado una decisión en este lapso dadas las circunstancias que rodearon tal idea: no intervendré en ninguna vida, si ha de pudrirse el pensamiento humano, que así sea, permaneceré al margen de cotidianidad humana; si mueren, si sufren, si lloran si ríen, ese será precisamente su problema, mas no el mío. En este momento me llega a la mente una frase de Nietzsche de su obra el Anticristo que me gustaría aplicar en mi vida: "Que el débil y el enfermo perezcan, y que se les ayude a morir".
Sé que en algunos momentos caigo en la categoría de los débiles, pero siento que lo que de alguna manera me fortalece es precisamente mi deseo de salir sin ayuda de alguien ajeno a mí de cada situación, no ser dependiente de nadie y eso cuando supero los malos ratos, es una enorme satisfacción porque eso confirma mi idea de que nadie necesita de alguien para hacer o no hacer algo, basta con tener la firme convicción de lo que se desea para lograrlo.

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