Una causa añorada, un tiempo prolongado que casi abarca 3 lustros de una vieja herida que no termina por sanar, tal vez algún día cercano se haga realidad mi deseo de volver a estar junto a ti mi linda princesa de rostro de piña. Admito que ya no pienso tanto en ti como en aquel tiempo, pero la intensidad de mi sentir hacia tu persona, tal y como te recuerdo no cambia.
Resulta cómico pensar de vez en vez las divertidas frases que me susurrabas en los primeros momentos que pasamos juntos, cuando me pedías a cambio de un beso todas las rocas que encontrara en la escuela para después formar con ellas un corazón y que me dijeras que tú y yo estaríamos dentro, cuando me decías que no me separara de tu lado. De verdad extraño mucho la burla de nuestros compañeros cuando decían que éramos esposos, de cuando me tomabas de la mano en cada momento que creías oportuno, cuando me preguntabas cada viernes por mi fruta favorita y que me hiciste prometer que la piña sería mi segunda fruta favorita.
No cabe duda, este día es para mí el de mayor luto, no porque hayas partido en esta fecha, eso lo sabes bien, pero es curioso resaltar que en este día es cuando más te recuerdo, cuando se hace más intenso el deseo de estar en donde tú estés, de poder ver de nuevo tu tierno rostro y escuchar tu risa contagiosa, de sentir de nuevo tus labios en mi mejilla. Tal vez si es que existe realmente un Dios y estuvieses en el mítico paraíso, el deseo más sincero que tengo es que si aún te acuerdas de mí, intercedieras para que me dejaran al menos verte una vez, al menos platicar una sola noche en mis sueños...
Pensar en ti aún ocasionalmente, me hace recordar cuando en mi vida existía la fe, cuando a pesar de no estar juntos como en aquellos tiempos, sabíamos que un pequeño lapso de nuestra existencia, pensábamos en nosotros...
Deseo que en donde te encuentres seas feliz como aquí y sobre todo, no dejo de añorar en que algún día volveremos a vernos...
Resulta cómico pensar de vez en vez las divertidas frases que me susurrabas en los primeros momentos que pasamos juntos, cuando me pedías a cambio de un beso todas las rocas que encontrara en la escuela para después formar con ellas un corazón y que me dijeras que tú y yo estaríamos dentro, cuando me decías que no me separara de tu lado. De verdad extraño mucho la burla de nuestros compañeros cuando decían que éramos esposos, de cuando me tomabas de la mano en cada momento que creías oportuno, cuando me preguntabas cada viernes por mi fruta favorita y que me hiciste prometer que la piña sería mi segunda fruta favorita.
No cabe duda, este día es para mí el de mayor luto, no porque hayas partido en esta fecha, eso lo sabes bien, pero es curioso resaltar que en este día es cuando más te recuerdo, cuando se hace más intenso el deseo de estar en donde tú estés, de poder ver de nuevo tu tierno rostro y escuchar tu risa contagiosa, de sentir de nuevo tus labios en mi mejilla. Tal vez si es que existe realmente un Dios y estuvieses en el mítico paraíso, el deseo más sincero que tengo es que si aún te acuerdas de mí, intercedieras para que me dejaran al menos verte una vez, al menos platicar una sola noche en mis sueños...
Pensar en ti aún ocasionalmente, me hace recordar cuando en mi vida existía la fe, cuando a pesar de no estar juntos como en aquellos tiempos, sabíamos que un pequeño lapso de nuestra existencia, pensábamos en nosotros...
Deseo que en donde te encuentres seas feliz como aquí y sobre todo, no dejo de añorar en que algún día volveremos a vernos...
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