Con un pequeño sueño almendrado por mi sucia poesía, he llegado al umbral de tu odio, mientras unos entes me hablan de antiguas almas que residen en el segundo círculo, algunas condenadas injustamente. Y veo remando en espiral alrededor de tu sombra unas letras de sangre y escrito en ellas: "Soy tu amante en este lugar maldito por la sangre de aquel primer soberbio ser...". Y bajo estas letras hay un altar de rosas sangrientas simbolizando el pacto de sangre que ni el Dios-Demonio estaría de acuerdo en romper. Sobre las rosas deposito mi odio eterno al ser que me clavó a este sufrimiento sin final a cuenta de sólo ser un amante difícil en la compuerta de este segundo habitáculo del averno... 15/02/2001
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