23 enero 2007

Día 108...

Bella dama que provocáis que estas atropelladas letras fluyan, quiero informaros que soy vuestro, que no hay en mí mayor placer que cuando dirigís una mirada en este humilde siervo, que vuestra voz es como aquel canto del avecilla que deleita hasta la última célula de este diminuto ser. Anunciaros quiero con un gusto enorme de que este diminuto corazón es sólo para vos y que os pertenece desde aquel día en que vos me distéis el beso con el que me habéis entregado vuestro corazón, una mañana perfecta, pues no había necesidad de sol, ya que con vuestra sola presencia me bastaba para iluminar hasta mis noches más oscuras… 14/08/2003

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