23 enero 2007

Día 112...

El AIRE que respiras me provoca una dolorosa envidia que carcome mi salud y mi paciencia; eres como la GRIPA que en el ocaso de cada año vienes a mí, induciéndome primero una agradable sensación de CALOR, pero siempre cambiante, eres después un FRÍO invertebrado que atraviesa cada partícula de mi óseo pensar, dejándome HELADO y congelado en la nevera del olvido, allí donde no tengo ni sabor, ni color ni OLOR… 10/04/2003

No hay comentarios.: