Definitivamente el día de hoy fue memorable en todos los sentidos, ya que me reencontré conmigo mismo después de bastantes meses de no hacerlo.
Todo comenzó ayer cuando a las 13:22 suena el móvil y vi un número que deduje era de la ciudad de Tepic, "¿Será ella?" -Me pregunté- y una sonrisa se dibujo en mi rostro cuando escuché su voz. Quizás lo niegue en persona, pero admito que estaba temblando emocionado de escuchar su voz. Llamó para pedir que la orientara en cómo llegar a dos empresas y ni tardo ni perezoso me ofrecí a llevarla, ella alegaba de que quizás me enfadaría porque sería mucho tiempo de espera, pero, ¿Acaso me ha importado el tiempo que pueda esperar cuando se trata de ella? (Je, una pregunta un tanto inútil cuando la respuesta es totalmente obvia), naturalmente que insistí en acompañarla y ya quedó de avisarme en la noche, pasadas las 21:00, recibí la llamada de casa de sus padres y aún un tanto apenada, me preguntaba todavía si seguía en pie mi proposición de acompañarla todo el día, el hipotético lector habrá imaginado que mi respuesta fue afirmativa.
Llegó la hora en que nos veríamos y ya estaba puntual (algo inusual últimamente en mí), mientras esperaba, paseaba por los negocios de flores y decidí en comprarle un pequeño arreglo floral (mi economía no estaba muy sana, pero aún así creí conveniente el gasto), habían transcurrido 30 minutos después de la hora que acordamos y pensé en llamarle cuando ella se adelantó y me envió un mensaje al móvil, me explicaba que había un embotellamiento en la avenida López Mateos (qué tonto me habré visto al no ponerla al tanto de las obras de ampliación!), bueno, total, llegó con casi una hora de retraso pero aún estábamos a tiempo de llegar a la empresa en donde tendría su cita, la acompañé casi hasta la puerta y le dije que la esperaría en el auto.
Pasaron casi 2 horas y media cuando volvió a salir y me dijo que si íbamos a comprar algo de desayunar, y ya que estaba en ayunas también, sugerí varias opciones, pero fuimos al Sam´s club a bobear y al final no compramos nada (ya ni me acordaba de que estaba en ayunas), salimos de ese comercio y nos dirigimos a la segunda empresa porque ella no quería llegar tarde y tampoco se lo permitiría.
A las 2 en punto la acompañé casi a la puerta de la segunda empresa y ella quedó de que me avisaría para que fuera por ella, supongo que estaba muy apenada conmigo por lo de esperarla, pero le dije que no importaba si era necesario esperar todo el día, que con gusto lo haría. Apenas habrán pasado 2 horas cuando me llamó, lo curioso es que en ese momento estaba pensando en que ya no tardaría en llamarme y estaba escuchando la canción de Javier Corcobado (Hoy Daría Yo La Vida) que hemos dicho que nos identifica cuando en móvil sonó la misma canción pero en este aparato fue el timbre, ya hablamos y me dijo que si ya podía pasar por ella, en menos de 5 minutos ya estaba allí y ya me comentó de que quería ir a su casa. Habríamos avanzado algo así como 15 km, cuando ella me dijo que no me había preguntado si quería o no ir acompañarla, fuimos platicando sobre música, ideas... en fin siempre sacamos algo para platicar.
Serían algo así como pasadas de las 17:00 cuando llegamos a su casa, ella decide hacer una pequeña broma a la que no pude seguirle el juego: quería que le dijera a su mamá que algo le había pasado y lo único que le dije fue que se ocultara tras de mí para que no la viera su mamá. La señora (no me canso de decir que es un encanto de persona) me saludo con mucho gusto de ver que acompañé a Tinta a su casa, una vez que la saludé pasé a saludar a Don Beto y caray, no dejo de conmoverme de ver que me demuestran tanto afecto y cariño (a veces pienso que es mayor al que me demuestra mi familia). Platicamos un rato Tinta, su mamá y yo, mientras Tinta me obsequiaba maracuyá, y lo admito, en el fondo deseaba pedir permiso a la señora para poder pasar a otro nivel de relación con Tinta, pero no, primero debía saber la opinión de Tinta al respecto.
Faltaban unos 20 minutos para que fueran las 19:00 y les comenté que era hora de retirarme, Tinta se ofreció a acompañarme y pues yo gustoso acepté. Ella me iba a acompañar a la terminal de autobuses cuando le pedí que si podía acompañarme a la carretera, ella accedió pero antes me dijo que si quería un elote, ya fuimos por el elote y en eso estábamos cuando por fin me armé de valor y le pregunté acerca de mi proposición de noviazgo a lo que ella, con una linda sonrisa y expresión en su mirada me dijo que aún quería conocerme más, que no había tenido oportunidad de tratarme en una faceta más centrad. mientras eso me decía caminábamos hacia el templo y no negaré que sentí una calma muy bella cuando entramos, ya que para ser franco, la última vez que había entrado por mi propio pie a un templo había sido precisamente con ella hace ya casi 2 años y medio. Ya adentro, no dejaba de sentir un hormigueo en todo el cuerpo, pero me agradaba la sensación, ella me dijo que pidiera un deseo y pues no creo que sea necesario explicar cuál fue mi deseo, ya que solo observaba sus ojos, habrán sido alrededor de 5 minutos pero fueron tan bellos, la verdad necesitaba experimentar de nuevo algo en qué creer.
Salimos de allí y me acompañó a la carretera, en el camino le iba diciendo lo importante que es ella para mí y las intenciones que tengo para con ella (después de la primera vez, se va perdiendo el miedo), ella dejaba mostrar una tímida sonrisa y a la vez me comentaba algó que a la postre iba a ser de trascendencia, me dijo que quiere entrar a trabajar al IMSS, pero por desgracia parace ser que su hermana no le da su apoyo (las razones creo que serán obvias) y a lo que le dije que quería ayudarla pero por desgracia no tenemos un parentesco o algún vínculo legal, en la mente se me cruzó la idea de decirle (y solo lo insinué, ya que temía de que ella lo interpretara a que me estaba aprovechando de la situación) de que tal vez tendría más posibilidades de ayudarle si tal vez si nos casáramos al civil... Una vez que dije eso, guardé silencio, la verdad creí que ya había echado todo a perder porque ella guardó silencio y solo me miraba, fueron quizás algunos segundos los que transcurrieron, pero honestamente a mí se me hicieron algo así como años. Finalmente ella dijo algo, ¡Y vaya que lo que dijo me dejó sin habla! Ella, Tinta, ella me estaba proponiendo que si nos casábamos!!! Recuerdo que 4 o 5 veces le pregunté que hablaba en serio, ya que honestamente estaba anonadado, ella vió que estaba sudando, y me preguntó que si me asustaba la idea, mi respuesta fue categóricamente afirmativa, le comenté que si me veía así es porque estaba que no cabía de emoción, a pesar de que en el fondo, tal vez sería un matrimonio por conveniencia, pero a fin de cuentas sería un matrimonio, algo legal, algo real! Podría manifestarle mi total apoyo a la mujer que amo de esta manera, por supuesto que aún tengo una sonrisa de oreja a oreja y como diría mi amiga española Marisol "que estoy en estado de gracia".
Después de comentar mis experiencias con Tinta a mis grandes amigas Paulette y Vanessa, ambas me dijeron que cuento con su apoyo pero que no me deje llevar por la emoción y después vaya a llegar a una etapa de depresión severa. Yo, simplemente les digo, tendrían que pasar cosas muy graves para poder caer en algo así. Por lo pronto ya averigüé los trámites para el inicio y en su defecto el final de la sociedad que haríamos ella y yo...
(Continuará)
03/11/2005
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