Día 162... Día Feliz

Noche de ronda, noche de emoción, noche de miradas cómplices y caricias tiernas, del inicio de una nueva etapa en mi vida.
Aún me cuesta trabajo asimilar que hay tanta similitud, tanta empatía, pero lo de hoy simple y llanamente fue algo que me deja sin palabras para poder explicar a detalle. Todo pasó tan bello y rápido: de un intento de llamada, un acto de aparición como si de magia se tratara, un saludo, una sonrisa, un beso y fundirse en un abrazo lleno de emociones contenidas duránte casi 48 horas, de una charla versátil y variada, de una serie de abrazos y fugaces besos, de unos instantes de silencio para poder hacer una pregunta, de que ella me pide el uso de la voz y de repente ella es quien pregunta lo que yo iba a mencionar... ¿Se puede acaso objetar que no tenemos algo en común?
20:48 hrs., un dato que queda en mi mente de tan especial evento, nada más maravilloso que de repente un par de personas estén conectadas por el pensamiento y el sentimiento, que casi a raíz de una mirada sepan cuando es el momento de hablar o de callar... simplemente es demasiado agradable.
Un beso en donde pude probar su alma fue una feliz despedida a una velada inolvidable.
... Y tan solo es el inicio...