28 julio 2025

Día 103... Como salido del más bello sueño...

Son raras las ocasiones en las que uno sueña algo que tiempo después se le relaciona con el Deja-vú, así tal vez relaciono un sueño que tuve hace poco más de 14 años con una realidad que no deja de impresionar a mi razón.
En aquella noche, mi sueño consistió en que caminaba al lado de Dulce María, una linda chica de mirada muy expresiva y una sonrisa que destilaba una mezcla de ternura y nostalgia, que en aquellos días de la preparatoria robaba más de algún suspiro en mí y provocaba que nacieran las primeras frases del incipiente pseudo-poeta. No sé la razón exacta del porqué de aquel sueño, pero tal vez era lo que mi mente me mostraba lo que quería que sucediera.
Recuerdo que durante algunos años este sueño rigió lo que en un tiempo fue el ideal de la manifestación del sentimiento llamado amor en su forma más pura e inocente: Ir caminando entre muchos árboles -siempre tomado de su mano-, sentados al pie de un árbol, observar durante prolongados instantes sus ojos e interpretar en ellos lo que trataba de transmitir de los míos, no pronunciar más palabras que las necesarias, respetar la pureza del silencio y sitiar sus labios con los míos en dulces besos y caricias a su bello rostro...
Debo admitir que por causa de las numerosas decepciones sentimentales que tuve, aunado a mi instrucción en la ingeniería, mi mente dejó de pensar en el ideal y se concentró más en la realidad, que por desgracia era demoledoramente cruel. ¿Cómo olvidar aquellos lapsos en donde creí que encontraría efímeramente la felicidad? Muchas noches de suspiros de desencanto y nostalgia rodeaban mi entorno; no recuerdo bien si evocaba casualmente ese sueño, no cabían en mi mente ya las esperanzas, solo las realidades.
No niego que llegaban momentos en que brotaban pequeños chispazos de esperanza en mi mente, pero siempre terminaba siendo el mismo resultado: "La mísera soledad". También hubo quien engendró a un burdo-poeta en mi persona, y pude conocer a quien volvió a encender una pequeña flama de esperanza y quien me convirtió en el falso-poeta que ahora intento ser; pero, pero, pero... esos "peros" que son como muros de 3 metros y que en teoría debería saltar fácilmente, sin embargo, no había fuerzas en mí para tan sencilla tarea.
"Ya nada me puede sorprender tan fácilmente" -pensaba-, ya el efecto sorpresa se había casi extinguido en mi vocabulario y tan solo me dedicaba a aprender nuevas cosas en otra carrera. Sería un gran mentiroso si niego que aún hoy quisiera que la Tinta fluyera de nuevo en mis venas como a finales del milenio pasado y los albores del nuevo, aunque esto es improbable por motivos ajenos a mi persona.
Recién había terminado el primer semestre del presente año cuando pasó algo extraño: tuve la oportunidad de charlar con un ser misteriosamente similar a mi forma de ser, pensar y actuar. Recuerdo que en una página de enlaces vi su fotografía y había algo que atraía mi atención, quizás era su mirada, pero lo que si sé es que mi mente no fue la que dio la orden a mis dedos para enviarle un mensaje, fue algo así como instintivo, pero ya enviado el mensaje pasados un par de días recibí como respuesta una dirección de correo con unas frases que me invitaban a iniciar una charla. Pasaron algunos días cuando ya comencé a charlar con ella, recuerdo que para no variar, tenía en mente no muy gratos ratos que había vivido, así que tenía en mi nick una frase en francés que traducida decía: "Ella escuchó mi voz desde mis tinieblas". Ella (me referiré a ella como la mujer que salió de mi más hermoso sueño) me hizo un comentario muy agradable acerca del nick y, bastaron unas palabras para darme cuenta de que teníamos más en común de lo que quisiéramos admitir; recuerdo que ella me comentó algo acerca de que le gustaba mucho mi mirada por ser muy expresiva. Fueron algunos meses de cruzar palabras frente al monitor cuando el domingo 17 de diciembre muy temprano coincidimos de nuevo en linea y decidimos conocernos.
Después de algunas peripecias de mi parte para poder recorrer la ciudad, llegué al lugar de la cita... Aún hoy me hacen falta palabras para describir lo impactado que quedé al ver que es súmamente guapa. Veía su sonrisa y su mirada que me hacían recordar algo que en el momento no precisaba lo que era. Me comentó que fuéramos a un lugar en el que hubiera muchos eucaliptos... pensé en eso algunos segundos y le dije que la llevaría a un parque que se llama González Gallo. Mientras viajábamos en el autobús, recordé lo que me dijo acerca de mis ojos y le pedí que me dijera qué es lo que mis ojos expresaban en ese momento mientras dirigía mi mirada hacia sus ojos. Fueron menos de 5 segundos los que nos miramos cuando sentí que me había ruborizado, ella se ruborizó también y rápido cortamos la comunicación visual; ¡En su mirada interpreté tantas cosas que me hicieron ser un poco tímido hacia con ella! Fue algo realmente agradable sentir en unos segundos una charla mucho más profunda de lo que pudiéramos entablar en muchos minutos con las palabras. Sentí en su mirada tanta confianza, casi como si ya nos hubiéramos visto, tanta identificación tuvimos en esos instantes y no llevábamos más de 30 minutos juntos....
Llegamos por fin al mencionado parque, fuimos caminando entre los árboles y sentía que eso ya lo había pasado, pero no quise prestar tanta atención, ya que no era mi intención atormentarme con algo que no venía al caso en ese momento. Nos sentamos al pie de un árbol y charlamos un poco, ya que yo estaba muy intrigado en la comunicación visual que habíamos iniciado minutos antes; así que me dediqué a admirar nuevamente la expresión de sus ojos, ella hizo lo mismo y los dos disfrutamos al máximo el silencio hasta que un comentario mío lo rompió diciendo: "esto es un Deja-vú" dije casi queriendo gritar pero conteniendo no sin dificultad la emoción. Ella preguntó la razón de mi comentario, le dije acerca de mi sueño y que la persona que en él se encontraba ¡¡Era físicamente muy parecida a ella!! Yo no comenté nada más acerca del sueño, pero si noté que casi todo lo que soñé se iba cumpliendo como pasó en aquella noche. Los besos, las caricias, pero sobretodo las miradas, todo eso fue algo hermoso, cuando la abracé y besaba su mejilla... caray no sé qué tanto de real y qué tanto de ficción puede haber aquí, porque esto pareciera como narrar una novela romántica. Yo simplemente lo quiero ver como si ella fuese extraida del mejor de mis sueños para al menos hacerme creer nuevamente en que los sentimientos que durante tanto tiempo guardé en palabras escritas saliera a flote para poderlas manifestar a sus oidos.
No sé a ciencia exacta qué futuro depara a esta relación que nació en unos momentos en que la poesía flotó alrededor de nuestras almas, pero estoy de acuerdo con ella en que esos momentos quedarán tatuados en nuestras mentes....
Pero de lo que si estoy seguro es que ya alguien se adelantó a escribir una canción que represente casi al pie de la letra lo que ese momento representó para ambos...

30/12/2006

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