¡Qué distinto ambiente se respira y se siente en estos últimos días! Saber que no tengo pendientes en la escuela después de que casi me da un ataque por el acumulamiento de estrés, los rumores mal fundados de que el semestre se acortaría y luego que se extendería y para rematar el plazo que solito me puse para tener un fin de semana libre para poder ir a visitar a Tinta a su escuela junto con la nueva meta de elevar mi promedio a como dé lugar para no apenarme ante el promedio de Tinta.
En estos días se han gestado en mi cabeza dos proyectos: terminar de escribir mi poema con fuertes dosis de erotismo y uno que es nuevo pero que me agradó y es iniciar una novela que quizás tenga un marcado acento autobiográfico; y es que después de más de 13 años de que inicié mi primer escrito, me siento confiado a enfrascarme en una tarea en la cual necesitaré de todo lo que he aprendido en lo referente a la redacción. Sólo me queda pendiente el título, pero quiero plasmar todos los estilos y las influencias en las que he naufragado a lo largo de casi 3 lustros.
De Tinta? No sé bien qué es lo que sucede, pero tuve una racha en la que me angustiaba demasiado por no saber nada de ella, pero ahora que sé que está en casa de sus padres no he ido a visitarla, sólo me he concretado a llamarle de vez en cuando. Supuestamente hoy nos veríamos, ayer le envié un mensaje al móvil en el que le dejaba el paquete de que ella decidiera si nos veríamos o no (honestamente estaba un tanto indispuesto sabiendo la situación de coma que atraviesa la hermana de una amiga). La decisión de ella fue que me avisaría con tiempo para poder viajar a su casa, pero en esta ocasión no hubo ninguna clase de desilución ni desesperación, al contrario, lo tomé con una calma poco común.
Como ella ayer me pidió que investigara acerca de un libro, me la pasé parte de esta mañana buscando vía telefónica y por internet la existencia de ése ejemplar, le comuniqué vía móvil lo que encontré y ella me dijo que si nos veíamos mañana a lo cual le dije sin rodeos que estaba bien y que se divirtiera, por la parte que me alegro de lo que me dijo es porque no me sentía preparado aún para ir de nuevo a una posada y menos con ella, quizás el siguiente año cambie de parecer en cuanto a la frase que le dije en el 2000 de que no iría a ninguna posada y mucho menos con ella.
Es extraño, en la semana pasada tuve 2 noches seguidas un sueño en el que ella andaba con otro y en esta semana, estuve demasiado tentado a intentar algo con la amiga a la que me referí hace unos momentos, pero no he dejado de pensar en que la intensidad ha bajado, o es que quizás comienzo a recobrar la razón extraviada la noche del 23 de diciembre del 2001. Sea como sea, mi comportamiento hacia ella ha cambiado mucho, analizaré mañana mi actitud cuando le vea.
24/12/2005
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