8 de enero mis pensamientos están en una entropía, estoy algo así como en un baile estridente, en donde no sé a dónde me dirijo y pareciera que tampoco me interesa.
Tal vez estoy (poéticamente hablando) teniendo convulsiones mentales y corporales antes de morir, todo esto a raiz de la decisión que hace poco más de una semana tomé; no siento remordimientos pero si una enorme nostalgia y deseos de ver y hablar por última vez con Tinta. Siendo honesto, dentro de mí está latente el temor de que se cumpla el sueño que hace poco más de 5 años en el que me ponía de común acuerdo con Tinta para que, si por alguna razón nos diríamos adiós, sería sin decirnos palabra alguna. Sé que por el bien de ambos, nuestros caminos en la vida deben estar separados; sé que aunque ella me reitere su confianza, estará latente un dejo de duda en su cabeza. También admito que tengo dudas, no de ella, sino de las personas que le rodean, y estoy en la creencia de que si en una relación existe un espacio para las dudas, ésta está destinada al fracaso.
Por supuesto que de ninguna manera pienso perder el contacto con Tinta, después de todo, con ninguna persona me he sentido tan bien charlando de cualquier tema, siempre dije que ella es algo así como un cómplice perfecto, y sólo me pienso alejar de ella como pretendiente.
08/01/2006
No hay comentarios.:
Publicar un comentario