12 diciembre 2004

Día 27...

Como venganza al ángel con alas de cuchillas, como huida a las palabras que abofetean las almas y alimentan el deseo con su dolor, intentando escapar de afilados sonidos que desafían a los ojos, a los brazos, a los labios... al trémulo cuerpo más sincero en la noche... Bajo la suave lluvia corrió con él, con otro, con la eternidad, consigo misma... ¿Alguna vez fue algo más? ¿Algo más que la jaula de la soledad? ¿Algo más que la herida de las artes más profundas? ¿Algo más que el puñal hundido en su pecho por propia voluntad? Las gotas transformándose en cristales bajo sus manos... El pasillo alargándose en la oscuridad... ¿Adónde se dirigía? Porqué arrojar de nuevo su alma a la muerte, como cada noche secuestrada por las ansias de olvidar que no sólo es carne. Yacía en la lóbrega celda, seca y coagulada ya la sangre de su vientre, esperando el mismo suicidio incapaz de romper las cadenas, el mismo triste final que siempre la abandona. Como en el crepúsculo de cada vida, el olor amargo, la agonía, las puñaladas que no lloran y sólo duelen, la resurrección... Y por primera vez tuvo miedo, miedo a sus susurros, miedo a su furia, miedo a sus gritos... Miedo a que esta muerte fuera para siempre...31/01/2002

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