...Y el poema cobró vida, y allí estaba el destino mirando con ojos incrédulos (tal vez burlones), Desplazando trazos neutrales en incontenibles suspiros, sonrisas, gestos a dúo y el acoplo de nuestros cuerpos, danzando en perfecta sincronía... todo a media luz... Pálido nácar estremeciéndose en la aurora, enlazados al amanecer... en un punto exacto entre infierno y gloria, entre lo inmenso y lo inverso... entre tu rostro y el mío. Me aparto, y de lejos contemplo tu sonrisa y la mía, y escucho paciente en nuestros corazones tu latir y el mío. Y en el tintero está mi infierno, y en las letras que gracias a ti nacen, mi cielo. El aire sin ti me es veneno; y mi aliento el humo; sobre mi cabeza, agonizo y vivo. Y el poema cobró vida la vida, historia, el tiempo y espacio. Y el poema se convirtió en un poeta, y el poeta en un poema. El tintero se convirtió en letras y el poema cobró vida, como mi corazón cobró vida al sentirte cerca de mí... 31/01/2002
No hay comentarios.:
Publicar un comentario